Hoy salgo y todo fluye distinto. Las mujeres se acercan, las charlas se dan solas y la energía es otra, sin forzar nada. Hace unos meses estaba perdido, lleno de frustraciones y sin claridad. Leí el Manual del Hombre Magnético y sentí que me hablaba directo. Entendí que no era cuestión de decir lo correcto, sino de cambiar cómo pienso y cómo me paro en el mundo. Todo se conecta: mente, actitud, energía. No es magia, es mentalidad.
